Los científicos están comenzando a encontrar evidencia de que estar en la naturaleza tiene un impacto profundo en nuestro cerebro y nuestro comportamiento, ayudándonos a reducir la ansiedad, la melancolía y el estrés, y aumentando nuestra capacidad de atención, creatividad y nuestra capacidad para conectarnos con otras personas. Mediante estudios realizados encontraron algunas de las formas en cómo el estar en la naturaleza afecta nuestros cerebros y cuerpos:
1. Estar en la naturaleza disminuye el estrés
2. La naturaleza te hace más feliz y menos melancólico
3. La naturaleza alivia la fatiga de atención y
aumenta la creatividad.
4. La naturaleza puede ayudarte a ser amable y
generoso
5. La naturaleza te hace “sentirte más vivo”
Estar al aire libre nos da energía, nos hace más felices, nos ayuda a aliviar el estrés cotidiano de nuestras vidas sobrecargadas, abre la puerta a la creatividad y nos ayuda a ser amables con los demás. Hay algo en la naturaleza que nos mantiene psicológicamente saludables, y es bueno saberlo especialmente porque la naturaleza es un recurso gratuito y al que muchos de nosotros podemos acceder simplemente saliendo de nuestra puerta. Resultados como estos deberían alentarnos como sociedad a considerar más cuidadosamente cómo preservamos nuestros espacios naturales y nuestros parques urbanos.