El libro Lifespan: Why we age and why we don’t have to (Esperanza de vida: Por qué envejecemos y por qué no tenemos que hacerlo), escrito por David A. Sinclair, PHD, AO, junto a Matthew De LaPlante, revela hallazgos científicos que afectan la salud humana. Aquí exploramos cómo la exposición a químicos dañinos afecta nuestro ADN y la importancia de tomar medidas para proteger nuestra salud.
Baño en químicos dañinos:
En el mundo desarrollado, y cada vez más en el mundo en desarrollo, estamos rodeados de químicos que dañan nuestro ADN. En áreas urbanas, donde la concentración de personas y automóviles es alta, incluso la simple respiración puede causar daño a nuestro ADN. Es clave estar alerta a los PCB y otros químicos presentes en plásticos y envases.
Bisfenol A (BPA) – Un químico ubicuo con consecuencias:
El BPA, presente en botellas de plástico y latas, es común en nuestra vida diaria. Estudios lo vinculan con enfermedades cardiovasculares, diabetes y mayor riesgo de abortos con cariotipo embrionario anormal. Evitar calentar estos recipientes en microondas ayuda a reducir la liberación de PCB adicionales.
Exposición a azodíes y organohaluros – Daños en el ADN:
Los azodíes, como el amarillo de anilina usado en fuegos artificiales e impresoras, también pueden dañar nuestro ADN. Los organohaluros, presentes en disolventes, pesticidas y fluidos hidráulicos, también tienen efectos negativos en nuestros genomas.
Cuidado con lo que consumimos y usamos:
Es importante ser conscientes de los productos que consumimos y utilizamos en nuestra vida cotidiana, ya que algunos pueden causar daño. Tomar decisiones informadas y saludables nos ayuda a proteger nuestra salud.
Lifespan nos advierte sobre el impacto de los químicos dañinos en nuestra salud. La exposición a estos químicos afecta nuestro ADN y acelera el envejecimiento. Es esencial tomar medidas para reducir nuestra exposición a estas sustancias y optar por un estilo de vida más saludable y consciente. Cuidar de nuestra salud es clave para una vida más larga y plena.