La producción de alimentos genera una gran cantidad de material residual, que generalmente no se utiliza, sino que se desecha. Al mismo tiempo, existe una creciente demanda de alternativas a los envases de plástico. Los envases biodegradables y compostables pueden ser una solución sostenible, especialmente si están hechos con restos de la producción de alimentos. La iniciativa SAVE FOOD fue creada en 2011 por Messe Düsseldorf, Interpack y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la alimentación (FAO) con el objetivo de reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos en todo el mundo. Para este proyecto de investigación interdisciplinario que despegó a mediados de diciembre de 2022 se han reunido 28 estudiantes y los resultados son realmente dignos de verse. Por ejemplo, para envasar alimentos secos, se desarrolló un envoltorio bioplástico hecho de kombucha SCOBY, hecho de material de desecho de naranjas y hojas de té. Otro equipo implementó la idea de envasar fresas bajo una atmósfera protectora usando una nano envoltura integrada hecha de PLA y cascarilla de arroz. Para los dulces, un equipo desarrolló una película de pectina impresa en 3D, otro produjo envases de alimentos de doble capa a partir de hojas de plátano, conchas marinas y cáscaras de sandía. Entre las ideas de los equipos también se encontraban los envases para carne, hechos con nanoenvoltura y piel de granada, así como una funda interior recubierta de cera de abeja para cartones de leche. Dos proyectos llegaron a la selección final del jurado: la envoltura bioplástica SCOBY hecha de hojas de té y naranjas desechadas y el empaque protector para fresas hecho de PLA y cascarilla de arroz. Ambos proyectos seleccionados serán presentados en Interpack dentro del foro Spotlight Talks & Trends.