La exposición a micro-plásticos ha generado preocupación por sus posibles efectos en la salud, especialmente en los niveles de testosterona. Estas diminutas partículas, presentes en el agua, los alimentos y el aire, pueden liberar sustancias químicas como los ftalatos y el bisfenol A (BPA), que actúan como disruptores endocrinos, alterando el equilibrio hormonal del cuerpo.
Una de las principales preocupaciones es su impacto en la testosterona, la hormona clave para el desarrollo masculino y la función reproductiva. Los micro-plásticos contienen aditivos como los ftalatos y el bisfenol A (BPA), conocidos como disruptores endocrinos. Estas sustancias pueden imitar o interferir con las hormonas naturales del cuerpo, alterando su equilibrio y afectando la producción de testosterona. Esta alteración hormonal puede traducirse en problemas relacionados con la fertilidad.
A largo plazo, la exposición crónica a estos compuestos puede generar efectos acumulativos, con consecuencias en la salud masculina como la reducción sostenida de los niveles de testosterona. Esto puede desencadenar problemas como baja libido, pérdida de masa muscular, aumento de grasa corporal y dificultades para la fertilidad.