El Tratado Global de Plásticos, liderado por la ONU con Ecuador a la cabeza de las negociaciones, tiene como objetivo fundamental reducir la contaminación por plásticos a nivel mundial. Con la reunión inaugural en Ottawa, Canadá, delegados de 175 países se congregaron para discutir y elaborar medidas concretas que aborden este desafío ambiental urgente.
En este contexto, organizaciones ecuatorianas como la Alianza Basura Cero y Mingas por el Mar están desempeñando un papel activo como observadores del proceso, destacando la importancia del tratado para combatir la contaminación plástica en el país y en el mundo. Aunque enfrentan desafíos significativos, como la falta de avances concretos en las negociaciones y la divergencia en enfoques entre diferentes países, estas organizaciones continúan abogando por acciones decisivas y globales para abordar la crisis del plástico.
A medida que la urgencia de la crisis se hace más evidente, el compromiso ciudadano con la causa ambiental sigue creciendo. La necesidad de un cambio significativo en la gestión de los residuos plásticos es cada vez más evidente, y tanto el trabajo de las organizaciones civiles como la concienciación ciudadana son elementos clave en la lucha contra la contaminación plástica. A pesar de los desafíos, hay un sentimiento de optimismo y determinación entre quienes buscan proteger nuestro planeta de los impactos devastadores del plástico.