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El impuesto a fundas plásticas no recauda lo esperado
Desde el pasado 9 de mayo empezó a regir el Impuesto a los Consumos Especiales a las fundas plásticas de $0,04 centavos para este año, el mismo que se aplica a las fundas tipo camiseta o también conocidas como de acarreo.
El SRI tenia la expectativa de recaudar hasta finales de este año $6,24 millones, sin embargo, hasta la presente fecha solo ha recaudado $63 231 lo que es solamente el 1% de la meta. Existen muchas opiniones opuestas de por qué este impuesto no ha tenido la recaudación esperada.
La opinión de los directivos del SRI es que la baja recaudación se debe a que se ha disminuido el consumo de este tipo de fundas plásticas y esto es considerado un logro ya que el fin del impuesto es que la ciudadanía concientice y deje por completo el uso de fundas plásticas y opte por alternativas ecológicas.
Una opinión similar comparte un vocero del Circulo de Economía de Guayaquil, Larry Yumibanda, menciona que el gobierno no recaudo lo esperado con este impuesto debido a la creciente conciencia ambiental por parte de la ciudadanía y a que el mercado minorista está absorbiendo el impuesto. Como ejemplo de esto tenemos a los principales supermercados del país (Almacenes Tía, Corporación El Rosado y La Favorita) que anunciaron que en sus instalaciones no cobraran el tributo.
Por otro lado, el presidente de la Cámara de Comercio de Quito, Patricio Alarcón, opina que la baja percepción del impuesto se debe a efectos de la pandemia no porque exista una conciencia ambiental, sino por el contrario la gente sale menos, compra menos, consume menos.
Las opiniones son diversas, no obstante, muchos ambientalistas consideraban que este impuesto desde un principio no iba a cumplir su acometido, que es generar conciencia ambiental en la ciudadanía. En razón que muchos locales han adoptado por darle a sus clientes fundas que son oxobiodegradables o que contienen un determinado porcentaje de material reciclado, a fin de cumplir con los lineamientos que los exoneren del impuesto. Estos materiales, al fin y al cabo, siguen siendo dañinos para el medio ambiente. Por otro lado, verificar que efectivamente las fundas contengan la cantidad de material reciclado es una tarea que las autoridades esporádicamente realizan.
Esta medida adoptada no parece realmente una solución viable por la lucha de disminuir el consumo de plástico y de mejorar el medio ambiente. Aun queda un largo camino por recorrer.